Todas las soluciones que hay para la incontinencia urinaria

El parto, los deportes de impacto o el estreñimiento son algunos de los factores que pueden provocar pérdidas orina, un problema frecuente en las mujeres, pero no hay que resignarse a sufrirlas. Existen soluciones eficaces para tratar incontinencia urinaria.

La incontinencia urinaria es un trastorno muy común entre las mujeres cuya prevalencia aumenta con la edad debido principalmente al debilitamiento del suelo pélvico a causa de la edad o los embarazos. De acuerdo con el “I Estudio sobre Salud Íntima de los Españoles”, un 25% de las mujeres españolas ha sufrido o sufre pérdidas de orina.

En concreto, un 33% de las mujeres entre 36 y 45 años ha tenido o tiene problema de incontinencia, incrementándose el porcentaje para las mujeres mayores de 45 años (42%).

Existen diferentes estrategias para combatir las pérdidas de orina, desde ejercicios específicos hasta seguir tratamientos farmacológicos o someterse a ciertas intervenciones quirúrgicas en determinados casos.

También hay sistemas para que las pérdidas de orina no alteren tu rutina diaria. Las compresas contra las pérdidas, por ejemplo, son productos cada vez más cómodos, discretos y que además cuidan y protegen la piel de la zona íntima.

Pero lo importante es solucionar el problema y hay opciones eficaces para frenar las pérdidas y evitar que estas aumenten o se hagan más frecuentes. Te explicamos cómo poner remedio a la incontinencia urinaria.

OBJETIVO: REFORZAR EL SUELO PÉLVICO

Muchos de los problemas de incontinencia se deben a una debilidad de la musculatura del suelo pélvico. Esta sostiene la parte baja del abdomen –vejiga, útero, recto, intestinos–. Reforzar estos músculos practicando con regularidad una serie de ejercicios, conocidos como ejercicios de Kegel, ayuda a evitar las pérdidas de orina.

¿CÓMO SE HACEN LOS EJERCICIOS DE KEGEL?

Al principio, para entrenarte, puedes hacerlos cuando vayas al baño. Después, con la práctica, podrás realizarlos en cualquier momento del día. Siéntate en el retrete, empieza a orinar y ve cortando el chorro contrayendo los músculos de la zona genital. Repite varias veces hasta que hayas vaciado totalmente la vejiga.

Esta técnica es útil solo para que identifiques los músculos implicados, a partir de entonces realizar los ejercicios no debe implicar cortar la orina cuando vayas al baño.

El primer paso es identificar qué músculos forman el suelo pélvico

Cuando este ejercicio te resulte fácil significará que ya «dominas» tu suelo pélvico y entonces puedes empezar a trabajar los diferentes grupos musculares de la zona pélvica uno a uno:

  • Esfínter uretral. Es el que has ejercitado en el baño para interrumpir la salida de orina. Cuando ya lo tengas bien identificado, podrás contraer y relajar el esfínter en cualquier situación, sin necesidad de ir a orinar.
  • Esfínter anal. Es el que aprietas cuando quieres aguantar la salida de una ventosidad.
  • Esfínter vaginal. Es el que contraerías para evitar la salida de un tampón, por ejemplo.

Contrae cada esfínter durante 5 segundos y relaja 10 segundos. Repite 10 veces con cada uno de los esfínteres. A continuación, contrae todos los músculos a la vez y repite 5 veces. Puedes finalizar haciendo contracciones y relajaciones rápidas de un segundo.

¿LAS BOLAS CHINAS AYUDAN A EVITAR LA INCONTINENCIA?

El uso de las llamadas bolas chinas o de los conos vaginales puede ayudar a fortalecer considerablemente la musculatura del suelo pélvico. Se introducen en la vagina y permiten hacer vida normal. Eso sí, para notar los resultados debes usarlos a diario durante al menos 6 semanas.

  • Bolas chinas. Consisten en dos bolas unidas entre sí que pesan menos de 100 g. Se deben usar como máximo 30 minutos al día. Al contraer la musculatura para evitar que se salgan, ayudan a fortalecer la zona.
  • Conos vaginales. Funcionan igual que las bolas chinas, pero tienen diversos pesos, desde 5 gramos a algo más de 50 (se escoge inicialmente el menos pesado y, a medida que el suelo pélvico se va fortaleciendo, se usa el siguiente más pesado, así hasta usar los 3 o 4 que conforman el pack. Generalmente, se usan dos veces al día durante 15 minutos. Y se suelen recomendar cuando la musculatura pélvica está poco tonificada.

¿CUÁNDO SE ACONSEJA EL LÁSER PARA LA INCONTINENCIA?

El láser es una técnica bastante sencilla que consiste en introducir un instrumental muy pequeño en la vagina a través del cual se proyecta la luz del láser. Esta aumenta la temperatura del agua que hay alrededor de las células vaginales, lo que estimula la producción de colágeno y devuelve la firmeza a los tejidos, elevando así la vejiga. Normalmente hay que hacer una sesión mensual durante 2 o 3 meses y repetir el tratamiento cada año y medio.

Se suele aplicar en casos de incontinencia de esfuerzo y también de incontinencia mixta. En la primera, el más mínimo esfuerzo, como reír, estornudar, correr, etc., provoca una pérdida de orina al aumentar la presión en el abdomen y en la vejiga.

La mixta combina esta incontinencia de esfuerzo con la de urgencia, que se caracteriza por la necesidad imperiosa y repentina de orinar que se produce porque el músculo de la vejiga (detrusor) está más sensible de lo normal.

¿QUÉ FÁRMACOS HAY PARA LA INCONTINENCIA?

En la incontinencia de urgencia se suele recurrir a los fármacos anticolinérgicos, que retrasan el músculo detrusor aumentando así la capacidad para retener la orina. También se puede inyectar toxina botulínica en la vejiga para lograr que deje de contraerse.

¿EN QUÉ CONSISTE LA “CIRUGÍA DE LA MALLA”?

Esta intervención mínimamente invasiva se hace solo en los casos de incontinencia de esfuerzo cuando el láser no da buenos resultados o existe caída (prolapso) de la vejiga o del útero. Consiste en colocar una cinta o malla que sujeta la uretra y la vejiga como si fuera una hamaca.

Tanto en los casos de incontinencia de esfuerzo que se tratan con láser como en los que se lleva a cabo una cirugía de implantación de una malla normalmente se administran también estrógenos locales como complemento al tratamiento. Estos fármacos aumentan la hidratación de la vagina y mejoran la mucosa y la circulación de la zona.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA PREVENIR LAS PÉRDIDAS DE ORINA?

Con estos cuidados y precauciones reducirás las probabilidades de sufrir incontinencia:

  • Mantenerte en el peso adecuado. El sobrepeso aumenta la presión en los músculos pélvicos que sostienen la vejiga y la uretra, lo que favorece la incontinencia urinaria.
  • Evitar el estreñimiento. Los esfuerzos continuos al intentar evacuar también pueden acabar ocasionando pérdidas de orina.
  • Orinar cuando lo necesites. Aguantar las ganas produce distensión de la vejiga y pérdida de tono muscular y elasticidad. Pero tampoco vayas al baño con demasiada frecuencia, ya que entonces la vejiga se vuelve “perezosa”. Al cabo del tiempo, no será capaz de retener cantidades normales de líquido y las ganas de orinar serán cada vez más frecuentes.
  • Reducir ciertos alimentos y bebidas. El picante, los cítricos, las bebidas con gas y excitantes, como el té, el café, el chocolate, el alcohol, tienen sustancias que irritan la vejiga, lo que aumenta la frecuencia urinaria y produce urgencia para orinar.

EL FUTURO: EL TRATAMIENTO CON CÉLULAS MADRE

Las últimas investigaciones permiten afirmar que laterapia celular o regenerativa es la gran esperanza para poner fin a la incontinencia de manera más fácil.

  • Las células madre mantienen el cuerpo en funcionamiento cada día. Su función es reemplazar las células dañadas por nuevas para así regenerar los tejidos perjudicados. De esta manera, nos mantienen sanos y ayudan a evitar el envejecimiento prematuro.
  • Para tratar la incontinencia se extraen algunas de esas células de un músculo o de la grasa de los brazos. En los casos en que no sea posible, se pueden obtener de la médula ósea.

La idea es que las células regeneren el tejido por sí mismas

  • Una vez conseguidas se cultivan durante 6 semanas en el laboratorio. Luego, esas células madre se inyectan en la pared de la uretra (el conducto de salida de la orina) y en el músculo del esfínter. La intervención es ambulatoria y dura entre 15 y 20 minutos.
  • De esta manera se consigue regenerar el músculo o los músculos que se habían debilitado y controlar la salida de orina.

Se ha demostrado que dos años después de la intervención existe una tasa alta de éxito, tanto en mujeres como en hombres, y sin que se den complicaciones graves, según indica un estudio de la Universidad de Buenos Aires.

Aunque parece ser una terapia real, los expertos siguen investigando para confirmar que esta solución no invasiva a la incontinencia podría tener un resultado duradero.

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