Se habla poco de las emociones que los hombres experimentan al enfrentarse a diagnósticos de cáncer u otras enfermedades. Uno de estos padecimientos es el cáncer de testículo, el cual constituye el 2% de la totalidad de los tumores malignos en el sexo masculino, en edades entre los 15 y 35 años.
Dentro de las principales repercusiones de la enfermedad y su tratamiento están diversos aspectos sexuales, lo que genera en los hombres sentimientos de impotencia, ira y depresión, según señala un estudio publicado en la Revista Mexicana de Urología.
En dicho estudio se realizó una revisión de la literatura reportada en diversas revistas científicas especializadas y los resultados identificaron que existía una asociación entre esterilidad y disfunción sexual, con síntomas de ansiedad y depresión que surgen como resultado de sentimientos de vergüenza y malestar debido a que los pacientes asocian los testículos con fortaleza.
A pesar de que el cáncer de testículo es una enfermedad altamente curable, con tasas de supervivencia de hasta un 95% cuando se diagnostica en etapas tempranas, la mayoría de los pacientes tienden a caer en estados de depresión en debido a que los tratamientos no sólo interfieren con la anatomía y fisiología del aparato reproductor sino que también impactan sobre la vida sexual, la fertilidad, la imagen corporal, los sentimientos del atractivo sexual y la masculinidad de quienes padecen este mal.
En este sentido, para algunos pacientes la falta de testículos puede ser una condición psicológicamente estresante. En el estudio se señala que muchos hombres lo calificaron como una experiencia extremadamente embarazosa. Este fenómeno parece agravarse debido a que es un tipo de cáncer que se manifiestan en hombres jóvenes que apenas empezaban su vida sexual.
La depresión que estas personas experimentan es debido a la naturaleza simbólica del órgano enfermo, ya que para ellos el remover un testículo representa la eliminación de un órgano que representa su masculinidad.
A pesar de las dificultades la investigación señala que en un 77% de los casos la opción de un implante testicular mejoró en gran medida la autoestima de los caballeros.