Las pérdidas de orina no son solo una cuestión de edad

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Tener pérdidas de orina no es una cuestión de edad, hay muchos factores que pueden influir: un parto reciente, hombre operados de próstata, suelo pélvico debilitado…

Puede ser de diferentes tipos. De urgencia: sensación repentina de orinar, tan repentina que a veces no puedes llegar a tiempo al baño. A esta incontinencia también se la llama vejiga hiperactiva y en muchos casos se desconoce su causa.

Hay otra incontinencia que es llamada de esfuerzo. Al reírte, al estornudar, al hacer ejercicio. A prácticamente todas las mujeres les ha ocurrido, les ocurre o les ocurrirá en algún momento de sus vidas. Si esto ocurre con frecuencia hay que ponerle remedio (ahora veremos formas de hacerlo) sin embargo, no es motivo de vergüenza. 

Cómo prevenir

Los ejercicios de Kegel te ayudarán a fortalecer el suelo pélvico y, en la medida de lo posible, evitar estas fugas por esfuerzo. Según los expertos si dedicas cinco minutos al día a realizarlos reducirás el riesgo de pérdidas.

Virginia Urcelay, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico y autora del libro ‘Mearte de risa, ni de broma’ cuenta en él que se trata de una patología que se puede prevenir si se conoce y se fortalece esa parte del cuerpo. «El cuidado de esta zona del cuerpo debería de formar parte de la educación de las personas antes de que aparezcan factores de riesgo como embarazos, partos, menopausias, etc.», cuenta.

Por otra parte, afirma que contrariamente a lo que se piensa «no se debe de cortar el chorro del pis cuando se orina, ya que nuestro sistema miccional se regula por una serie de reflejos y cada vez que cortamos la micción, estamos perjudicando a estos reflejos». «Sí que es bueno hacer esos ejercicios, pero en seco, no mientras orinamos. Para realizar estos ejercicios es importante que se sepan localizar correctamente los músculos del suelo pélvico. Para ello, yo invito a mis pacientes a que abran la mano, la apoyen en el asiento y se sienten encima. La parte que la mano toca es la que hay que contraer», explica Virginia.