En ocasiones aguantamos las ganas de orinar ya sea porque no estamos cerca de un sanitario o porque el baño no está en las mejores condiciones sanitarias. Sin embargo se ha demostrado que aguantar las ganas de orinar es perjudicial para la salud y puede ocasionar problemas como:
Infecciones urinarias: Al aguantar las ganas de orinar se acumulan bacterias en las vías urinarias lo cual causa infecciones fuertes en la orina que incluso pueden llegar a afectar los riñones.
Reflujo: Un riesgo latente de retener la orina en el cuerpo es el reflujo vesicoureteral. Esto sucede cuando la vejiga al no poder vaciarse devuelve la orina hacia los riñones lo cual causa infecciones y cálculos en este órgano.
Ensanchamiento de vejiga: Este mal hábito causa ensanchamiento de la vejiga, lo que pudiera causar dificultad a la hora de excretar la orina, también puede ocasionar la pérdida de la sensibilidad y control al momento de orinar.
Cálculos renales: Son cristales sólidos también conocidos como piedras renales. Se forman por las sustancias que se encuentran en la orina y al no fluir con normalidad se crean con mayor facilidad.