Los problemas urológicos infantiles afectan al 3% de los niños en edades muy tempranas, las más frecuentes las que afectan al correcto descenso del testículo, seguido de incontinencia urinaria o infecciones.
Urología pediátrica
Las infecciones urinarias son el principal problema urinario en la infancia después de los escapes nocturnos. Aproximadamente el 3% de las niñas y el 1% de los niños sufren una infección urinaria antes de los 11 años.
Algunas de las enfermedades urológicas infantiles más comunes pueden ser:
- Extrofia vesical: es una malformación congénita en una malformación en la vejiga y en la uretra del bebé. La vejiga se gira hacia fuera. No se conocen sus causas. La extrofia vesical, puede dar otras anormalidades como son epispadias, ausencia del cuello de la vejiga o esfínter, poca capacidad en la vejiga, separación de los huesos púbicos, ombligo situado abajo, etc.
- Hipospadias: se produce por una anomalía de nacimiento del bebé masculino afectando al desarrollo normal de la uretra. Cuando el bebé está en el útero, su pene crece en longitud y en su interior se desarrolla la uretra, significa que su uretra no se desarrolla bien y el orificio por donde pasa la orina no se ubica en el extremo de su pene, el orificio se encuentra en otro lugar de su pene.
- Criptorquidea: es lo que conocemos como testículo no descendido. Es la ausencia de uno o ambos testículos en las bolsas escrotales. No es la falta del testículo. Es el descenso incompleto del testículo porque se ha detenido y no llega a la bolsa de los testículos.
- Incontinencia infantil: la podemos conocer como enuresis o “mojar la cama”. Es la incontinencia de la orina especialmente por la noche mojando la cama. Sus causas pueden ser varias como por ejemplo infecciones, estrés, terrores nocturnos, etc.
- Reflujo vésico uretral: en los niños el reflujo vésico uretral es congénito y se produce cuando la orina va desde la vejiga en dirección al riñón. Con el tiempo los riñones pueden dañarse.
- Hidronefrosis neonatal: se produce cuando la orina queda atrapada llenando los riñones y acumulando la orina. Los riñones comienzan a estirarse y a volverse más grandes. Esto produce dolor, sangrado o infecciones. Puede causar mayores daños en los riñones.