Especialistas advierten que la mitad de las mujeres mayores de 60 años sufren incontinencia urinaria

La Incontinencia Urinaria (IU) es la pérdida involuntaria de orina, condición que puede variar desde situaciones menores, como la ocasional al toser, hasta casos más graves donde el paciente no logra llegar al baño a tiempo.

El equipo de Urología de la Clínica Las Condes señala que esta afección produce un gran impacto en la calidad de vida, con alta afectación emocional, reducción de la autoestima, alteración de las actividades laborales, de la vida social y de actividades de esparcimiento; además, genera aumento de los gastos en salud.

Los especialistas advierten que “la incontinencia urinaria suele aumentar con la edad y afecta a un alto porcentaje de la población, llegando a superar el 50% en mujeres mayores de 60 años”.

En la mujer, explican los expertos, “uno de los factores relacionados con el desarrollo de IU son los antecedentes obstétricos, como el número de embarazos y partos, especialmente aquellos asociados a un mayor trauma del canal del parto como cuando el bebé es muy grande. También existen otras causas como las deficiencias hormonales relacionadas con la menopausia”.

Tipos de IU

Existen diversos tipos de IU con distintos niveles de predominancia sintomatológica:

• La de esfuerzo (IOE)
• La de urgencia (IUU)
• La coexistencia de ambas (Incontinencia urinaria mixta, IOM)

Los médicos indican que hay un “sub reporte de esta enfermedad”, con bajas tasas de consulta por dificultades de acceso o por vergüenza y normalización de la IU, o por desconocimiento de los tratamientos existentes.

Cuidado urinario

Los especialistas resaltan que la obesidad es un factor de riesgo de la IU, por lo que la actividad física regular es esencial para mantener un peso adecuado. Además, sugieren mantener una buena hidratación, consumir verduras y frutas para evitar la constipación crónica.

Otras de las recomendaciones es no fumar y no retener la orina, ya que éstas no son prácticas que ayudan a la salud urinaria. En casos más severos, la corrección quirúrgica, como la colocación de cintas de soporte o dispositivos antiincontinencia, puede ser considerada.

“La incontinencia urinaria no debe ser subestimada, y buscar atención médica es fundamental para mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones asociadas”, destacan los expertos.

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