¿Por qué es malo hacer de ‘aguilita’ en baños públicos?

Los baños públicos tienen fama de ser los lugares menos higiénicos y más insalubres, sin embargo, todos alguna vez hemos tenido que entrar a alguno, aunque desde niños nos enseñan a que no debemos de sentarnos, sino que tenemos que hacer nuestras necesidades de «aguilita», pero ¿esto es más sano? La realidad es que no. 

A nadie le gusta hacer sus necesidades en baños públicos, pero aguantarse puede causar consecuencias más graves, sin embargo, son varios los que se preguntan cómo orinar en un baño público sin correr riesgos.

Orinar de cunclillas o «aguilita» no es lo mejor para evitar riesgos en baños sucios, pues de acuerdo con Oliver Pérez, urólogo de Urología Toluca, la contracción sostenida de los músculos, impide el flujo urinario normal, por lo que en casos leves, provoca intermitencia en el chorro de la orina, pero también puede llevar a una retención urinaria completa, con dolor abdominal y pélvico intenso.

Aunque también se pueden presentar secuelas severas, como infecciones de las vías urinarias recurrentes, reflujo vesicouretral o hidronefrosis (hinchazón de los riñones), lo cual repercute en la función renal.

Por su parte, Alex Shteynshlyuger director de Urología en el New York Urology Specialists, explica que tu vejiga es un músculo que cuando se llena, el músculo se contrae para empujar la orina y cuando terminas el músculo se relaja, pero cuando haces de «aguilita», comprimes los músculos de la vejiga y el perineo porque estás en una posición que no es natural, esto te puede llevar a tener problemas como la retención urinaria y problemas musculares.

«Si la vejiga se ve obligada a distenderse durante mucho tiempo, los músculos de la vejiga se vuelven menos funcionales con el tiempo, menos capaces de exprimir [la orina] y más fibrosos», dice Shteynshlyuger.

«Las vejigas que no se vacían por completo también tienen un riesgo mayor de contraer una infección urinaria (ITU). Pero a menos que tengas heridas abiertas en el trasero, el riesgo de contraer una ETS o un virus es mínimo», agregó el urólogo. 

Asimismo, expertos en fisioterapia de salud femenina, explican que optar por esta posición para evitar sentarse sobre el escusado puede provocar daño a tu suelo pélvico, que a la larga contribuye a su debilitamiento y, en consecuencia, dificultad para vaciar la vejiga por completo.

Además de pérdidas de orina al reír, toser o hacer ejercicio, dificultad para llegar al baño a tiempo, entre otros. 

Uno de los mayores temores al usar un baño público, es sentarnos y adquirir una infección, pero la probabilidad de adquirir una enfermedad por sentarte en la taza de baño, es muy escasa, pues la mayoría de las enfermedades intestinales requieren una transferencia mano-boca de las bacterias. 

En cuanto al mito sobre el riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual, la presidenta de la Asociación Americana de Microbiología, Abigail Salyers, señala que nadie ha contraído una ITS por este medio, a menos que haya tenido relaciones sexuales en un asiento de inodoro.

La experta también mencionó que el inodoro no es un vehículo común para estas infecciones, pues estos organismos sobreviven sólo un corto tiempo en la superficie del asiento. Pero sobre todo, los gérmenes tendrían que transferirse desde el asiento hasta el tracto uretral o genital, o a través de un corte o llaga, algo muy poco probable.

Es importante que tengas presente que la piel –asumiendo que no tiene heridas abiertas– es increíblemente impermeable incluso a los microbios más espantosos.

«La piel intacta es un componente importante para tu sistema inmunológico y es muy difícil que algunos organismos la traspasen», dice Amesh Adalja, médico de enfermedades infecciosas en el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud

Por lo tanto, si tu sistema inmunológico está sano y te enfocas en las medidas higiénicas básicas como lavarte las manos, estarás a salvo, incluso si te sientas en un inodoro público que antes usó otra persona. 

Como se mencionó anteriormente, el asiento del inodoro no es el mayor problema en un baño (público o de casa), el riesgo más alto está en no lavarse correctamente las manos después de usarlo, pues sólo al usar agua y jabón se pueden evitar enfermedades como la diarrea.

Si bien en el baño hay muchos gérmenes, en gran medida son a causa de jalarle al baño sin bajar la tapa, pues de acuerdo con un estudio, los microbios contenidos en las gotas del agua pueden instalarse rápidamente por todo el baño, incluyendo la puerta, suelo y portarrollos del papel higiénico.

Debido a ello se recomienda lavarse bien las manos para protegerte de enfermedades. Y su acostumbras llevar tu celular al baño, desinféctalo una vez que salgas, de lo contrario corres riesgo de tener un foco de infección contigo. 

Recomendación: Sentarse en un baño público no es sencillo, por ello el doctor Oliver Pérez recomienda —para mayor tranquilidad—, llevar toallitas desinfectantes, las cuales una vez que ya las usaste, simplemente las tiras al bote de basura y puedes proceder a sentarte. 

Recuerda que es mejor evitar las «acrobacias» que pueden traer consecuencias a tu salud…Ya no orines de «aguilita», mejor limpia el asiento y lávate correctamente las manos antes y después de usar cualquier inodoro. 

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