El envejecimiento masculino no solo afecta la fertilidad, sino también la calidad genética del esperma. Un estudio del Instituto Sanger y del King’s College de Londres reveló que las células reproductoras masculinas acumulan mutaciones a medida que pasa el tiempo, lo que puede alterar la información hereditaria que transmiten a los hijos.
Los investigadores identificaron un patrón constante: entre más edad tiene el hombre, mayor es la cantidad de alteraciones genéticas en sus espermatozoides.
Algunas de estas mutaciones pueden expandirse dentro del organismo mediante un proceso llamado selección positiva, que favorece la propagación de ciertas variantes genéticas. Esto sugiere que el material genético masculino cambia activamente con los años.
Cómo se realizó la investigación
Los resultados, publicados en la revista Nature, se obtuvieron tras analizar 81 muestras de semen de 57 hombres de entre 24 y 75 años. Los especialistas utilizaron la técnica NanoSeq, capaz de detectar alteraciones genéticas poco frecuentes y medir con precisión el número de mutaciones en cada muestra.
Los hallazgos mostraron que los espermatozoides suman en promedio 1.67 nuevas mutaciones por año, lo que implica que un hombre de 70 años puede tener el doble de células con alteraciones genéticas en comparación con uno de 30.
Entre el 3% y el 5% de los espermatozoides de hombres mayores presentan mutaciones en el exoma, la parte del ADN que produce proteínas esenciales.
Riesgos y recomendaciones
Aunque el porcentaje de espermatozoides alterados sigue siendo bajo, los expertos advierten que la paternidad tardía puede incrementar la posibilidad de transmitir mutaciones patógenas.
Por esta razón, los especialistas recomiendan considerar:
-Asesoramiento genético previo al embarazo en hombres de edad avanzada.
-Evaluación médica en familias con antecedentes de enfermedades hereditarias.
-Consultas de fertilidad antes de planificar la paternidad después de los 40 años.
El estudio sugiere que el “reloj genético” masculino influye tanto como el materno en la salud de los hijos. Comprender cómo envejece el esperma abre nuevas líneas de investigación sobre fertilidad, herencia y prevención de enfermedades genéticas.
En términos evolutivos, este hallazgo cambia la forma en que se entiende la transmisión genética masculina y refuerza la importancia de integrar la edad del padre como un factor clave en la salud reproductiva y familiar.