Los riñones son órganos vitales encargados de filtrar las toxinas y el exceso de líquido de la sangre. Sin embargo, su función puede verse comprometida por el uso prolongado o inapropiado de ciertos medicamentos.
Si bien estos fármacos son cruciales para tratar diversas afecciones, es fundamental estar consciente de los riesgos potenciales para la salud renal. A continuación, te presentamos una lista de nueve tipos de medicamentos comunes que, bajo ciertas circunstancias, podrían causar daño a los riñones.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
El uso habitual de analgésicos de venta libre como el ibuprofeno y el naproxeno puede ser peligroso para los riñones, especialmente en personas con enfermedades preexistentes. Estos medicamentos reducen el flujo sanguíneo a los riñones, lo que a largo plazo puede causar insuficiencia renal aguda. Es importante no automedicarse y seguir las indicaciones de un profesional.
Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP)
Medicamentos populares para tratar el reflujo ácido, como el omeprazol y el lansoprazol, han sido vinculados con un mayor riesgo de daño renal crónico. Aunque el riesgo es bajo, su uso prolongado puede afectar la función de los riñones y es algo que debes discutir con tu médico.
Ciertos Antibióticos
Algunos antibióticos, como los aminoglucósidos (por ejemplo, la gentamicina), son conocidos por su potencial para dañar los riñones, especialmente cuando se usan en dosis altas o durante periodos largos. Generalmente, su uso se monitorea cuidadosamente en entornos hospitalarios para minimizar los riesgos.
Medios de contraste para imágenes
Las sustancias de contraste utilizadas en pruebas de diagnóstico como tomografías computarizadas (TC) y resonancias magnéticas (MRI) pueden ser tóxicas para los riñones. Si tienes una función renal reducida, tu médico tomará precauciones especiales antes de estos procedimientos.
Medicamentos Antivirales
Algunos tratamientos para el VIH/SIDA (como el tenofovir) y medicamentos para el herpes (como el aciclovir) pueden causar daño renal, especialmente si el paciente no se mantiene bien hidratado. Es vital seguir las indicaciones de dosificación y mantenerse en constante monitoreo médico.
Litio
Utilizado principalmente para tratar el trastorno bipolar, el litio puede acumularse en los riñones y, con el tiempo, causar daño crónico. Por ello, los pacientes que lo consumen necesitan someterse a chequeos regulares para monitorear sus niveles sanguíneos y la función renal.
Medicamentos para la quimioterapia
Varios medicamentos utilizados para combatir el cáncer, como el cisplatino y el metotrexato, son altamente nefrotóxicos. Los médicos monitorean de cerca la función renal de los pacientes con cáncer para manejar el riesgo de daño.
Inmunosupresores
Los medicamentos que suprimen el sistema inmune, como la ciclosporina y el tacrolimus, son esenciales para evitar el rechazo de órganos en pacientes trasplantados, pero también pueden causar daño renal significativo, siendo la razón de monitoreo constante.
Analgésicos de venta libre (Paracetamol)
Aunque el paracetamol es seguro en dosis recomendadas, la sobredosis o el uso crónico en dosis altas pueden llevar a un daño renal severo y a la falla del hígado. Nunca excedas la dosis diaria máxima y evita combinarlo con alcohol.