Alimentos con antioxidantes necesarios que ayudan a prevenir el cáncer de próstata

El cáncer, una enfermedad devastadora que se propaga sin control, se ha convertido en la segunda causa principal de muerte a nivel mundial, con 9.6 millones de fallecimientos en 2018. Entre los tipos más comunes, el cáncer de próstata afecta a millones de hombres, generando sufrimiento físico y emocional, así como una carga financiera para pacientes, familiares y sistemas de salud.

La prevención del cáncer de próstata se ha vuelto una prioridad global, y la alimentación desempeña un papel clave en esta lucha. Diversos estudios respaldan la conexión entre una dieta rica en antioxidantes y la reducción del riesgo de cáncer.

 Los polifenoles, carotenoides y fibra dietética presentes en frutas y verduras son agentes anticancerígenos potenciales, actuando a través de sus propiedades antioxidantes y su interacción con moléculas señalizadoras relacionadas con el desarrollo de células cancerosas.

Investigaciones revelan que compuestos antioxidantes como el resveratrol en las uvas y la epigalocatequina galato en el té verde pueden prevenir el cáncer de seno. La quercetina, abundante en alimentos como manzanas y cebollas, se asocia con la prevención del cáncer colorectal, mientras que las antocianinas, ácido gálico, ácido rosmarínico y curcumina también muestran propiedades anticancerígenas.

En el Laboratorio de Alimentos Funcionales y Nutracéuticos del CIAD, se lleva a cabo una investigación pionera en la búsqueda de compuestos con potencial antioxidante y anticancerígeno en alimentos y plantas. Este esfuerzo busca generar conocimiento para impactar positivamente la salud de la población mexicana.

En el contexto específico del cáncer de próstata, ciertos antioxidantes han sido destacados por su prometedora influencia:

Algunos de los antioxidantes mayormente estudiados para la prevención y el tratamiento de esta enfermedad son:

Licopeno: una molécula de tipo carotenoide que se encuentra en los tomates, que puede ejercer un efecto protector en la próstata, ya que inhibe diferentes mecanismos relacionados con la carcinogénesis y la progresión tumoral.

Vitaminas C, D y E: son captadoras de radicales libres, inhiben el daño al ADN por donación de protones para neutralizar los electrones desapareados los radicales libres. Además, el calcio puede favorecer los efectos antiproliferativos relacionados con la vitamina D en el cáncer de próstata

Isoflavonas de soja: inhiben el crecimiento y diseminación de células cancerosas de próstata

Catequinas de té verde: pueden tener un efecto quimiopreventivo al inducir apoptosis y reducir significativamente la proliferación de estas células cancerígenas

Aunque la investigación continúa para establecer dosis precisas y mecanismos involucrados, la importancia de consumir estos antioxidantes de manera integral, directamente de los alimentos, se destaca.

Adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una, ejercitarse regularmente y evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, junto con exámenes de salud frecuentes, puede marcar la diferencia en la prevención y detección temprana del cáncer, salvando vidas en el proceso.

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